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Pieza del mes noviembre 2010
- La pieza
- Biografía
- El cuadro
- Biografía del artista
- Ficha técnica
INTRODUCCIÓN
Testigo mudo de los grandes personajes y discursos a los que sirvió de apoyo y pieza clave para rememorar la historia del último siglo y medio del Ateneo de Madrid, el llamado Atril Histórico del Ateneo se usó durante décadas para que páginas cargadas de pensamientos libres y conocimientos se expresaran a través de las voces de sus autores en aquellas dilatadas veladas de las cuáles se hacían eco las páginas de los periódicos. Testigo de aquellos años cuando el Salón del Ateneo se bañaba en luz de gas; cuando su presencia se hacía solmene en la Institución; cuando preludiaba una memorable tarde y ponía al público a la espera que tras él se situaría un gran personaje de aquellos que acuñarían un nuevo término de modernidad. Su perfil curvilíneo, de aparatosa y casi insectívora apariencia, lo convertían por sí sólo en el ara que rivalizaba con su compañera de tarima, la mesa presidencial, con quien disputaría la atención de las miradas.
Hay que echar la vista atrás para poner rostro, nombre y apellidos, a las grandes figuras que hicieron uso de este atril: los nombres que formaron la Generación del 98, la del 14 o la del 27, los Premios Nobel españoles u otros ilustres anónimos no menos importantes. Hoy, su presencia, remarca la importancia de toda una época.
LA PIEZA
Dentro de las formas características del estilo Thonet, este atril se ajusta en sus curvilíneas líneas la producción que tanto caracterizó el mueble del siglo XIX y que rápidamente se difundió de la mano de su creador, Michael Thonet (1796-1871), artesano alemán que trabajaba en un taller de ebanistería dentro del estilo Biedermier y que patentó una técnica nueva basada en la curvatura al vapor de la madera. Supo crear un tipo de silla sin machihembrados, con una estructura continua de líneas que respondía perfectamente a la tendencia artística del tan de moda estilo Biedermier. Las formas curvas, continuas y ligeras, marcarían un hito en la historia de las artes decorativas, consiguiendo que este tipo de muebles se extendieran por todo el mundo.
El atril del Ateneo de Madrid responde en su concepción al estilo marcado por Thonet (en ocasiones mal llamado modernismo), tanto desde su concepción como hasta en el material empleado: haya curvada y tintada. Es un mueble de uso y, por tanto, práctico, tal y como demuestra su sistema elevador del pie central (constituido éste en trípode) que permite así ajustar su altura a la del conferenciante. Su estructura superior de apoyo, recuerda mucho a la de un facistol, ya que tiene un giro completo de 360º sobre el eje, además de una doble vertiente a dos aguas para facilitar el apoyo de la documentación. Sin embargo, su peculiaridad se centra en este cuerpo superior, donde oculta cuatro brazos plegables y articulados rematados éstos en pequeñas bandejas o soportes circulares que servían tanto para depositar el vaso de agua, así como el candelero que permitiría iluminar la lectura del texto. La única decoración que posee, –ubicada en los sobres superiores y por medio de perforación de la superficie– son las letras A M, en referencia a las iniciales del Ateneo de Madrid.
Restaurado recientemente, esta pieza luce con todo su esplendor y su contemplación inmediatamente nos traslada a aquel Ateneo en blanco y negro de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
La pieza se encuadra dentro del estilo Thonet, si bien no presenta firma o sello de esta factura o fábrica, tratándose de una producción “a la manera de”.
El impacto de los diseños de Michael Thonet es notorio a partir de 1851 y la Exposición Universal de Londres, donde el diseñador concurre y muestra sus modelos que, por su rápida construcción, permiten una industrialización fácil y una producción de casi medio millón de unidades anuales, lo que supone todo un impacto y revolución tanto en el mundo de las artes decorativas como en su industria. Sin lugar a dudas su elemento más famoso fue la denominada Silla Nº 14, que sigue reproduciéndose en la actualidad y con más de treinta millones de unidades fabricadas desde su año de creación, 1859.