La Noche de Max Estrella
26 de marzo. La Noche de Max Estrella en su decimocuarta edición, organizada por el Círculo de Bellas Artes, tiene una parada en el Ateneo de Madrid, en torno a las 22:00 horas. El presidente del Ateneo, Carlos París, recibe a los paseantes que este año celebran el 75 aniversario de la muerte de Valle-Inclán. El dramaturgo gallego fue presidente del Ateneo de Madrid en 1932. Más información: LA NOCHE DE MAX ESTRELLA
75 aniversario de la muerte de Valle-Inclán (1866–1936)
Valle-Inclán era una institución en esta casa. Lo recuerdo con su enorme fuerza espiritual. Me despedí de él aquí, cercano enero de 1936, año dramático, por cierto. Me dijo que se marchaba para ser operado en Santiago de Compostela y me dio una razón que yo no entendí del todo: que como él había nacido en Galicia y había empezado sus estudios en Santiago, lo natural era que fuera allí para que lo operara un médico compostelano. El argumento no era muy convincente; pero lo que sí fue cierto es que fue para morir en su tierra”. (Texto de D.José Prat, noviembre de 1988)
El 5 de enero se cumple el 75 aniversario de la muerte de Valle-Inclán, que fue presidente del Ateneo en 1932.
Ramón José Simón Valle Peña, más conocido como Ramón María del Valle-Inclán (Villanueva de Arosa, 28 de octubre de 1866 – Santiago de Compostela, 5 de enero de 1936), es una de las figuras claves dentro de la historia del Ateneo de Madrid, llegando a presidir la institución en 1932 y sucediendo a Manuel Azaña. Durante su escaso año en el cargo, vivió en el mismo Ateneo, en un apartamento ubicado en el edificio de Santa Catalina. A la cabeza de la docta casa, Valle-Inclán introduce cambios notorios –en un claro revulsivo a la política anti socialista de la época– como la organización del Primer Congreso de Escritores y Artistas Revolucionarios, así como co-fundar la Asociación de Amigos de la Unión Soviética.
Destacado tertuliano en la sala de La Cacharrería, con su característico ceceo, fundó en esta casa su propia tertulia, la cual fue destacada entre sus contemporáneos como una de las más importantes de aquel Madrid literario de comienzos del siglo XX. Sirvan de homenaje estas palabras para una de las figuras claves del Modernismo español.
En la Galería de Retratos del Ateneo puede cotemplarse la efigie de Valle-Inclán, obra de Eduardo Vicente.
1934. Valle-Inclán habla de fútbol, el Ateneo y la furia española (ver artículo)