8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora
La primera mujer que logra intervenir en un ateneo, lo hace en el de Madrid, en 1884, casi cincuenta años después de su fundación. Esta intervención se produce, además, con la ofensiva periodística de que iba a ser la primera y la última mujer en ocupar su tribuna. Es la escritora y librepensadora, Rosario de Acuña (1851-1923). En una reseña de este excepcional evento, se afirma, entre otras cosas, que “... Rosario de Acuña, ha logrado, hacer oír su hermosa voz, donde sólo llegaron hasta hoy, los hombres de ciencia y de saber”.
El esfuerzo y la tenacidad de mujeres de la talla de Emilia Pardo Bazán consiguen abrir las puertas de instituciones culturales, cuyo acceso permanecía todavía cerrado a las mujeres de su época. Y así, la condesa de Pardo Bazán, es admitida como la primera socia de número en el Ateneo de Madrid, y en 1906 nombrada presidenta de la Sección de Literatura de la institución.