Centenario de José Echegaray (1832-1916)
El martes 7 de junio el Ateneo de Madrid celebra el centenario de quien fuera presidente de la histórica Institución en 1898 y 1899. En el acto intervienen: José Luis Abellán, Jerónimo Sanz, Javier Puerto, Juan Santamera y Eduardo L. Huertas. Presenta: Daniel Pacheco. Coordina y modera: Alejandro Diez Torre y Fernando Ibáñez. Salón de Actos.
Echegaray fue un personaje polifacético, ingeniero de Caminos, matemático, físico, divulgador científico, dramaturgo, economista y político. En 1904, Echegaray compartió el Premio Nobel de Literatura con el poeta provenzal Frédéric Mistral, convirtiéndose así en el primer español en recibir un premio Nobel. Ateneísta destacado, participó tanto en los debates políticos y culturales como en cursos que se organizaron dentro de la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo.
Echegaray y el Ateneo de Madrid
Ateneísta destacado, participó tanto en los debates políticos y culturales como en cursos que se organizaron dentro de la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo junto a Azcárate, Canalejas, Joaquín Costa, Menéndez y Pelayo, Cajal o Emilia Pardo Bazán. Fruto de aquellos cursos el Ateneo publicó dos volúmenes con el título de Resolución de ecuaciones y teoría de Galvis (1897,1898-1902) que constituye una de las aportaciones más notables a la introducción de la matemática moderna en España durante el XIX.
El retrato de Echegaray forma parte de la colección del Ateneo que puede verse en su Galería de Retratos obra del artista Ferdinand Rouzé.
Se adjuntan documentos que se guardan en la Biblioteca del Ateneo. (Ver)
BIOGRAFÍA ECHEGARAY
Tras unos años de enseñar matemáticas, se interesó por la economía, defendiendo las teorías librecambistas, de las que habló en la tribuna del Ateneo de Madrid. Esta institución le asignó diversas cátedras relacionadas con las matemáticas y le eligió presidente entre 1898 y 1899.
El político, matemático y dramaturgo José Echegaray, hermano del también dramaturgo y académico Miguel Echegaray (1848-1927), pasó su infancia en Murcia «en un ambiente familiar regido por las ideas liberales y los principios ilustrados».En 1848 ingresó en la Escuela de Caminos de Madrid, en la que se licenció, como número uno de su promoción, en 1853, y en la que permaneció durante varios años como profesor de diversas materias.
En esta misma escuela se empezó a interesar por los estudios de Economía, a los que «se dedicó con verdadero entusiasmo», en palabras de Alonso Zamora Vicente en su Historia de la Real Academia Española (1999, 2015). Con las ideas descubiertas en los libros del economista francés Frédéric Bastiat y con su rigurosa formación moral y académica, Echegaray, «colaboró en la tarea de elaborar un discurso propio en el que los derechos individuales, el cumplimiento del deber, la movilidad social y el establecimiento de una nueva jerarquía fundada en la capacidad y en los méritos personales se esgrimían como nuevos valores frente a la estructura clasista de la sociedad isabelina y frente a las corruptelas de la política o las finanzas».
Al mismo tiempo, Echegaray continuó publicando estudios de matemáticas y de física, por los que ingresó en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales el 11 de marzo de 1866, entidad de la que fue presidente (1894-1896; 1902-1916). En las Cortes de 1869 fue designado director general de Obras Públicas. Ese mismo año fue nombrado ministro de Fomento, cargo que ocupó hasta 1871 y al que regresó en 1872, antes de ocupar el ministerio de Hacienda en diversos períodos.
Al margen de la política, Echegaray participó activamente en la vida cultural de la época. Figuró entre los socios fundadores de la Institución Libre de Enseñanza, a la cual apoyó económicamente y en la que participó con la lectura de distintas conferencias. Presidió en 1888 el Ateneo de Madrid, la Real Sociedad Española de Física y Química en 1903, y la Asociación de Escritores y Artistas Españoles entre 1903 y 1908.
No obstante, «el teatro fue la ocupación que marcó decisivamente la biografía de Echegaray tras el estreno de su primer drama, El libro talonario, el 18 de febrero de 1874». «Desde esa fecha y durante más de treinta años, Echegaray ocupó con éxito los escenarios con obras como El gran Galeoto (1881), En el puño de la espada (1875), Cómo empieza y cómo acaba (1876), O locura o santidad (1877), Conflicto entre dos deberes (1882), Un crítico incipiente (1891), Dos fanatismos (1887), El hijo de don Juan (1892), Mariana (1892) o Mancha que limpia (1895)».
Traducido y divulgado su teatro por Europa, en 1904 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, compartido aquel año con el poeta provenzal Frédéric Mistral. La entrega del galardón «provocó un diluvio de elogios, artículos, banquetes, ceremonias oficiales e incluso un homenaje nacional», según relata Zamora Vicente. Sin embargo, «ya no iban acordes las opiniones. La juventud del 98 —Baroja, Azorín, Valle-Inclán, etcétera— protestó por esos homenajes, declarándose también españoles, también literatos, y que no compartían los supuestos artísticos de Echegaray».
En 1905, liberado ya de las tareas gubernamentales, Echegaray «volvió a sus ocupaciones vocacionales: las clases de doctorado sobre Física Matemática en la Central, las tertulias en el Ateneo y los trabajos relacionados con la dirección de la Academia de Ciencias y la creación de la Real Sociedad Matemática Española».
José Echegaray falleció en Madrid a los ochenta y cuatro años de edad.