Conferencia «Determinantes en salud y prevención de la enfermedad», a cargo de Antonio Sacristán

La salud es como una moneda con sus dos caras complementarias y necesarias: Por un lado, el anverso, la cara en que están grabados, de manera indeleble, nuestros genes biológicos, que son la herencia recibida de nuestros mayores.

En cambio, por el otro, en el reverso, hay una página en blanco, en la que se nos permite inscribir a cada de uno de nosotros, como autores principales, nuestra propia leyenda biográfica, con todos los datos acumulativos que queremos que figuren en nuestro historial biológico.

Por esta razón, aunque el código genético es un regalo heredado, podemos, a veces, controlar algunos de los determinantes en salud que se desvían de los patrones reglamentados; se nos concede, en determinadas ocasiones, la posibilidad a cada uno de nosotros de poder ajustar, moldear y enriquecer ambas caras de esta moneda en pro de nuestro bienestar, por medio de ciertas normas prescritas que demanda la buena praxis médica.