El Ateneo de Madrid celebra su Bicentenario (1820-2020)
El 14 de mayo la Fundación del Ateneo cumplió 200 años. Ver artículo pubicado en El País 14-05-2020
Fue un mal comienzo de siglo. Las peleas de Fernando con su padre Carlos IV acabaría en su abdicación y entronización de Fernando VII como rey. Una errónea colaboración con Napoleón en su guerra contra Inglaterra invadiendo Portugal y la abdicación de Fernando VII en su padre que había concertado abdicar en el propio Napoleón, terminó con el nombramiento del hermano del francés como José I rey de España, ya lo era de Nápoles.
No hubiera sido mal camino, de nuevo Francia y España unidas, pero esta vez con mejores vientos. ¿Por qué no con los Bonaparte a principios del S. XIX, era una mala solución?. José I lo había hecho bien en Nápoles, un reino de donde también había venido Carlos III, que tampoco fue mal rey.
Pero la iglesia y lo más reaccionario del país se opusieron. No les gustaba el aire republicano que trata este rey constitucional que, sin violencia, había logrado la corona de España de manos de un Emperador que había cambiado casi todas las monarquías de Europa. Frente a ellos, los intelectuales y funcionarios mejor preparados creían en la misión regeneradora de José I, en que eliminaría el absolutismo y el oscurantismo propio de aquella España tan retrasada en tantos aspectos a principios del S. XIX. Leandro Fernández de Moratín animaba a José Bonaparte a la construcción de una sociedad basada en la razón, la justicia y el poder.
El país se partió en dos, en realdad en tres, junto a los antiespañoles absolutistas estaban, incomprensiblemente, los liberales anti franceses ideológicamente más próximos a los afrancesados, todos ellos ilustrados. Fue imposible el entendimiento entre ellos. Un malentendido patriotismo hizo imposible toda aproximación entre la Constitución de Bayona y la de Cádiz redactada en común con los españoles de América. Seis crueles años de guerra acabaron con el reinado de José I. A su llegada, Fernando VII, dio un Golpe de Estado con el que regresó al absolutismo.
Fueron seis años terribles que terminaron en 1820 con el levantamiento de Riego. Con él volvía a ser posible lograr un futuro para la España que "podía haber sido y no fue", solo se inició el trienio liberal.
Aquel año de 1820 nació el Ateneo Español, Sociedad Patriótica y Literaria. Lo hizo un 14 de mayo declarando con el más genuino espíritu de las luces que "sin ilustración pública no hay verdadera libertad, de aquella dependen principalmente la consolidación y progreso del sistema constitucional y la fiel observancia de las nuevas instituciones". Algo empezaba en Madrid lleno de ímpetu y con gran ilusión.
El Ateneo se adornaba así con este nombre en recuerdo de la diosa de la sabiduría, Palas Atenea, Minerva para los romanos. Hoy sigue presidiéndonos en nuestra “Docta Casa” desde las magníficas pinturas de Arturo Mélida que adornan el techo del Salón de Actos.
por Juan Armindo Hernández Montero
Presidente del Ateneo de Madrid
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