Ateneo Mucha Vida

FEMENINO SINGULAR pretende reflexionar sobre las mujeres HOY, desde sí mismas, con los hombres como telón de fondo, como sujeto elíptico, con sus caras, sus actos, con todo lo que evidencia que los hombres son circunstancia necesaria, inevitable, en esta propuesta, pero su presencia física es eludible: no necesariamente mala. Esta noche se han liberado de sus responsabilidades que han sido asumidas por sus maridos-parejas-exmaridos- exparejas- abuelos- hermanos-canguros, cada una como ha podido, han empaquetado a las criaturas y dejando la comidita preparada y la hoja de papel anotada con todo lo que debes hacer en mi ausencia, y ni una cosa más, baño, crema, pijama, cena, cama, cuento, apagas la luz, no duermas con la criatura, sola, que se acostumbre, la tele bajita, y ni una cosa más, me entiendes, ni una.

El mundo al revés. No es mala la idea de que todo se vuelva del revés. Por ahí hay una esperanza.

Esta noche, Carolina, María, Marta y Rosa, abandonan aparentemente sus roles y asumen otros, los de sus compañeras. ¿Por qué? Se sienten bien así, porque son actrices, y una es más libre para decir lo que piensa desde otra que desde sí misma, eso es lo que te regala el teatro, el placer de expresarte sabiendo que nadie te va a atribuir esos pensamientos, qué alegría, poder decir cosas por boca de otro, es un juego, y estas mujeres lo saben muy bien, como saben que, al final, cuando acabe la cena, cuando acabe la representación, todo volverá a ser como antes de empezar.

O no.

1.- ¿De quién nace la idea de Femenino Singular? Contadnos cómo está siendo el proceso creativo de este espectáculo, porque sabemos que sois vosotras mismas las que estáis escribiendo los textos. Y que son básicamente autobiográficos...

La idea parte de la necesidad de contar la experiencias de estas mujeres, que son actrices, madres, y, por tanto, parejas... Después de comunicarse entre ellas en el espacio común del barrio, el parque, las fiestas de cumple, etc, han sido capaces de traducir todo este material en teo teatral, con la idea de aportar luz en la sombra de sus vidas, y de otras.

2.- ¿Qué significa ser madre y ser actriz a la vez?

Como en cualquier otra profesión, las mujeres afrontan la maternidad con ilusión, y se dan de bruces con una realidad poco empática, con el hecho en sí, con la maternidad, que te aleja de los repartos, de los castings, que no se compadece (en sentido filosófico) de la realidad de la mujer/hembra, eso que pomposamente llamamos conciliación familiar. Ser madre, te marca, te deteriora físicamente, mentalmente, no por el hecho de ser madre, sino por la cantidad ingente de obstáculos, de clichés, sobre todo fisiológicos y de tiempos, que has de superar. Nadie va a entender que el niño toma teta. El sistema es implacable. y el sistema son, fundamentalmente, personas, y, de manera significativa, hombres.

3.- ¿A quién va dirigida la función?

A cualquier persona que esté dispuesta a disfrutar del teatro como medio de comunicación artística.

4.- El papel del hombre se toca tangencialmente unas cuantas veces en los textos del espectáculo... ¿Cuál es el lugar en el que se desea colocar al hombre, en Femenino Singular? En el mejor, en el de compañero necesario, en el de padre. El sistema también se lo pone difícil. Pero no debemos caer en la tentación de justificar la desatención paterna con argumentos estrechos, más propios del machismo incombustible que de la relación humana y sensible.

5.- ¿Se puede ser madre y actriz a la vez.. realmente se puede?

Se puede, pero cuesta mucho más, si es que quieres ser las dos cosas.

6.- La edad y la imagen son, también, un tema que se trata en el espectáculo. ¿Es verdaderamente un asunto peliagudo en la vida de las actrices participantes en femenino Singular?

Naturalmente. No solamente somos actrices, sino que somos mejores actrices, más sabias, por pura lógica. Y, sin embargo, los cánones de belleza que aplican actualmente las personas con responsabilidad en cine, televisión y teatro, te marginan. ¡Cuidado, porque llegará un momento en que, en función del imaginario que se está creando, las mujeres no existan si no se ha operado las tetas, levantado los culos, inflado los labios, atemperados las narices, resaltados los cabellos, e implementado los pómulos, en edades muy tiernas. Y no, eso no es así. La cosificiación de las mujeres es evidente, y esta profesión tiene mucha responsabilidad. Los criterios que han de imponerse deben tener que ver con las capacidades profesionales, y no con las posibilidades de llevar la contraria a la ley de la gravedad.

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