-
diciembre 2013
-
noviembre 2013
-
octubre 2013
-
septiembre 2013
-
agosto 2013
-
julio 2013
-
junio 2013
-
mayo 2013
-
abril 2013
-
marzo 2013
-
enero 2013
-
diciembre 2012
-
noviembre 2012
-
octubre 2012
-
septiembre 2012
-
agosto 2012
-
julio 2012
-
mayo 2012
-
abril 2012
-
marzo 2012
-
febrero 2012
-
enero 2012
-
diciembre 2011
-
noviembre 2011
-
octubre 2011
-
septiembre 2011
-
agosto 2011
-
julio 2011
-
junio 2011
-
mayo 2011
-
abril 2011
-
marzo 2011
-
febrero 2011
-
diciembre 2010
-
noviembre 2010
-
octubre 2010
-
septiembre 2010
-
agosto 2010
-
julio 2010
-
junio 2010
-
abril 2010
-
marzo 2010
-
febrero 2010
-
enero 2010
-
octubre 2009
-
septiembre 2009
-
agosto 2009
-
julio 2009
-
junio 2009
-
mayo 2009
-
marzo 2009
-
febrero 2009
Pieza del mes octubre 2013
- La pieza
- Biografía
- El cuadro
- Biografía del artista
- Ficha técnica
INTRODUCCIÓN
El conocimiento de las grandes obras de arte, así como el haber intervenido en ellas a través de la restauración y la minuciosa observación, es algo notorio en la obra de Francisco Coello que se percibe en el colorido, en cómo deposita la pincelada sobre la superficie, en el color y la técnica que emplea para proceder a dar forma a sus creaciones. Por tanto sus obras son el resultado de una investigación en el campo pictórico que va más allá de la simple observación: conjuga el análisis y la peculiar visión del conservador con la creatividad del artista.
LA PIEZA
Mascarada
El minucioso estudio de las técnicas artísticas, que Coello ha llevado a cabo a lo largo de sus años de estudio y trabajo, es notorio en esta pequeña composición que nos recuerda a los caballeros medievales de la pintura italiana del primer Renacimiento. Sobre una base de cobre, el pequeño formato acoge la figura ecuestre de un personaje femenino que engalana al equino mientras oculta su rostro tras una máscara. Una composición sencilla y sin pretensión alguna que sirve al artista para depositar el color sobre la superficie y manejarlo a su antojo con los ricos matices cromáticos que aplica. No obstante, Coello, modela también la pincelada a base de esgrafiar la superficie de la capa pictórica, algo que da resalte y dinamismo a todo el conjunto definiendo mejor los contornos y dintornos de las formas plasmadas.
La obra entró a formar parte de la colección del Ateneo de Madrid tras la exposición del artista en la sala Santa Catalina, en el mes de octubre de 1987.
BREVE BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Francisco Coello (Ambato, Ecuador, 1933)
Desde muy joven mostrará un interés y una gran pasión por el dibujo y las formas, algo que le llevará, años más tarde, a iniciar sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la ciudad de Quito. Es precisamente en estos años de aprendizaje donde Coello tomará contacto con el arte e iniciará la gesta de sus primeras exposiciones. Son años donde experimenta con los materiales y las técnicas artísticas, algo que definirá su obra en el futuro. Tras concluir sus estudios universitarios se trasladará a Río de Janeiro, donde se acercará a las manifestaciones del arte de Vanguardia que se dan en la década de 1960, si bien no abandonará su interés por la restauración de obras de arte algo que le llevará, a inicios de 1970, a Roma y Madrid donde desarrollará su trabajo dentro del ICCROM y la UNESCO en el campo de la restauración, si bien nunca dejará de lado su faceta creativa.
A lo largo de su carrera ha realizado numerosas exposiciones internacionales –tanto individuales como colectivas– entre Europa y América.