Homenaje a Rafael Altamira, historiador, educador y jurista
La Sección de Derechos Civiles reúne el miércoles 17 de febrero a un nutrido grupo de catedráticos e historiadores para repasar la vida y obra de Rafael Altamira (1866-1951) en el 150 aniversario de su fallecimiento. Fue uno de los primeros historiadores que impulsaron la historiografía en España, partiendo de su relación con la cultura y la historia de las ideas. Cultivó asiduamente el periodismo y la crítica literaria y dejó escritos numerosos libros, entre ellos sus Cuentos de amor y tristeza, Cuentos de Levante o su novela Reposo. Hay que destacar su célebre Historia de España y de la civilización española, así como la Psicología del pueblo español.
Promovió la educación popular y propugnó una pedagogía con fuerte sentido moral. En 1898 creó, junto con otros catedráticos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo, la Extensión Universitaria como área definida de la universidad con el propósito de difundir los conocimientos generados en esta institución a través de conferencias, cursos, y otras actividades a aquellas clases sociales que no podían acceder a ellos, siguiendo el ejemplo de varias universidades inglesas que ya se había extendido a otros países europeos como Alemania y Bélgica. No contento con ello, dio ejemplo impartiendo cursos y conferencias en numerosas universidades españolas y extranjeras (Argentina, Perú, EE.UU., Francia, Inglaterra, etc.).
Su obra se inscribe igualmente dentro del Regeneracionismo como continuadora de la de Joaquín Costa y bajo una gran influencia del evolucionismo y un gran interés por la ciencia experimental. Aunque impulsó y apoyó siempre a la Institución Libre de Enseñanza y las ideas del institucionismo, en la que trabajó como docente, mantuvo siempre independencia de criterio respecto al Krausismo, en una orientación ideológica liberal-progresista.
Como Ateneísta se da de alta en el mes de enero del año 1891 y se le asigna el nº de Socio de Número 5.753. Su baja está producida con anterioridad al año de 1903. A partir de esta fecha no vuelve a figurar como socio de la institución hasta su re-ingreso (número de orden 198) a fecha de 14 de abril de 1930, volviendo a darse de baja en noviembre de 1931.
Nacido en Alicante, ciudad de la que es Hijo Predilecto, Rafael Altamira cursó la carrera de Derecho en Valencia. Tras terminar sus estudios de Derecho se traslada a Madrid para realizar el doctorado. Allí entra en contacto con la Institución Libre de Enseñanza, que marcará para siempre sus ideas, sus preocupaciones educativas y su actitud ética. Fue catedrático de Historia del Derecho Español en la Universidad de Oviedo.
En la Primera Guerra Mundial trabaja a favor de los aliados y en 1920 es elegido miembro de la Comisión de Juristas encargado por el Consejo de la Sociedad de las Naciones de redactar el anteproyecto del Tribunal de justicia Internacional y en 1921 es nombrado uno de los nueve jueces primeros titulares del mismo. Desde 1921 hasta 1940 en que deja de funcionar el tribunal, Altamira despliega una gran actividad internacional jurídica y pacifista.
Tras la Guerra Civil, Altamira permanece en La Haya decidido a no colaborar con el Gobierno instalado en España y se traslada a México, en cuya capital residen sus hijos. Sus actividades son constantes, dicta cursos en el Colegio de México y en la UNAM, participa en actividades del exilio republicano y es propuesto candidato al Premio Nobel de la Paz.