CANCELADO POR ENFERMEDAD. Homenaje a D.ª Emilia Pardo Bazán

En conversación con la autora, nos adelanta: “En mi obra de teatro rescato a una Emilia Pardo Bazán en un diálogo con su personaje, una marquesa pizpireta que tiene un desliz amoroso voluntario y consentido en la Pradera de San Isidro que dice “lo que pasa es que me gusta… me gusta… en viéndole, acabose, me perdí”. Una puesta en escena a la voluntad de la mujer para realizar su deseo físico en 1889, en una representación de doña Emilia que escribe su novela Insolación donde el sol y sus efectos son los elementos detonantes de las veleidades de su personaje Francisca Asís, marquesa viuda de Andrade.”

Emilia Pardo Bazán fue una gran escritora y mucho más. Recordemos que fue ella quien dijo “Aquí no hay feministas ni mansas ni bravas. En Europa y América avanza lo que aquí no da señales de vida”. Reflejó el ambiente de su época, con personajes y tramas muy innovadoras, feministas (La Tribuna, -sobre las mujeres obreras en una fábrica de tabaco-, Diario de un solterón -la mujer que quiere estudiar y trabajar y rechaza el matrimonio- o Insolación -describiendo la mujer como sujeto deseante y no solo objeto de deseo). De ahí, de Insolación bebe la obra de teatro "El sol, doña Emilia y la marquesa", original de María Pérez Herrero con dirección de Rosa Calvo que desde la Sección de Teatro del Ateneo se estrenará el próximo 19 de junio a las 19 horas.

Insolación es una novela magistral fresca, alegre, divertida y atrevida de una mujer transgresora que tiene deseos. Con un desenlace audaz para la época que estuvo muy censurado y criticado de ella Clarín dijo: “un episodio de amor vulgar, prosaico, es decir, de amor carnal no disfrazado de poesía, sino de galanteo pecaminoso y ordinario: Es la pintura de la sensualidad más pedestre”. No fue bien acogida en esa sociedad tan tradicional.

En ese momento, a finales del siglo X-IX, el modelo de las novelas de mujer “adúlteras” terminaban en la muerte o rechazadas por la sociedad (Ana Karenina, Madame Bovary, la Regenta), aquí es totalmente lo contrario pues la protagonista se levanta de su noche amorosa y “despeinada alegre más fresca que el amanecer abre (el balcón) de par en par sin recelo o más bien con orgullo…. dando a su amor un baño de claridad solar…” Un final feliz. Una novela muy bien estructurada, que mantiene el interés en todo momento. Original en el tema del feminismo, de la mujer feliz en su transgresión, tiene otras muchas lecturas; la doble moral hombre/mujer: la teoría y la realidad como dirá Gabriel Pardo, personaje muy importante, que ya apareció en Los Pazos y la Madre Naturaleza. Rica en vocabulario y expresiones populares es magnífica reflejando el costumbrismo del momento.

María Pérez Herrero que recientemente publicó Ni Locas, Ni Tontas (Espasa) es también la compositora de la música junto con Javier Tejada, y actuará como doña Emilia, pues como explica, “suelo dramatizar en monólogos los personajes femeninos de la historia que escribo (Elena Fortún, Zenobia Camprubí, María Lejárraga…) así que representaré a doña Emilia en el Ateneo, ¡un gran honor!”.